Dicen que una marca es más que una palabra o un logo, representa toda la percepción que se tiene de la misma, su imagen, la emoción, o el mensaje que la gente recibe cuando piensa en ella.
Siempre pensamos en sacar algo propio por el gusto de probar, ¡y qué mejor que cuando no tienes nada que perder! Cuando quisimos sacar esta marca, queríamos algo positivo, divertido, que la gente se identificase con sus aires y sus vivencias, la creamos en un momento difícil en el trabajo, tanto que este, no existía.
Pensando resolver el futuro entre fregonas y cubos de limpiar la casa, con la gran maruja que vive dentro de mí, buscamos en el pasado, de lo hablado y de lo pisado, de días alegres, y de repente nos encontramos con ella: “To perita”, el simil del “Very Cool” anglosajon y newyorkino, pero englobado en un marco autóctono y siempre presente en nuestras vidas. Por cierto, visualmente nos molaba más unir la palabra como logotipo. En sí mismo, es un guiño cómplice, un logo simpático, cercano y con un descaro sutil, que encuentres donde te encuentres, llevarás y te reconocerás con orgullo.
Más allá de su misma fonética o morfología en esta palabra, solo se la menciona cuando es para designar algo bueno, alegre y/o positivo. ¡Justo lo que buscaba! Siempre se utiliza en un contexto de buen rollo y de alegría, en reuniones con los amigos, cuando designas a un buen tipo, o te lo pasas en grande, eso es, To perita.
Un poco más allá pensamos que también debe ser el “vamos p’alante” aunque lluevan piedras. Con Toperita, queremos sacar la lengua al lado chungo de nosotros mismos, disfrutar en el esfuerzo del trabajo, del querer hacer, las camisetas solo debería ser el principio de algo más etéreo, intangible y emocionante. Estamos trabajando en ello!
Supongo que es también, una forma de echarle un ratito a la vida, y sacar lo que realmente quieres ser, o lo que deberías hacer mientras haces lo que haces y no te gusta. Si quieres vender hielo en el ártico, hablas nuestro idioma y compartes, nuestra inquietud. No venderás ni uno, pero joder, que fresquito para el alma.
Si tienes hambre, y te da por pegar bocados a la vida, al final te das cuenta, que ganas sin ni tan siquiera esperar el resultado. Eso colega es:
¡Toperita Actitud!